miércoles, 9 de febrero de 2011

EL MATRIMONIO EN LA EDAD MEDIA

INTRODUCCIÓN

En la edad media se desarrollará un movimiento literario poético llamado Amor Cortés, el cual se basa en la idea de que un hombre desgraciado se ofrece voluntariamente para amar a su consorte para toda la vida y en secreto, esta forma de amar será una respuesta a las restricciones sociales de la época en la aristocrática principalmente. Que para proteger su sociedad testamentaria forzará matrimonios estratégicamente favorables, sin darle una pizca de importancia al asunto del amor.

Ahora pensando en este asunto surge una terrible incógnita; ¿qué tan fiel se podía ser a aquella persona con la que te casaban, si en la mayoría de los casos poco la habías visto en la vida y de seguro casi en nada le conocías? es la interrogante en la que se basa el presente ensayo. Resulta terrible nada más el pensar en lo restringida que en muchos casos podía ser la vida palaciega, pese a todo el esplendor, toda la fastuosidad, terminaban siendo un gorrión preso en su jaula de oro.

El simple hecho de existir el movimiento del dulce amor nos dice bastante, no se trataba pues de una sociedad que deseara ser fiel a quienes se les imponía, no es que trataran de buscar una actitud libertina, por lo menos no en todos los casos, sino más bien era el grito desesperado de quienes deseaban poder elegir con quien pasar su vida, ante la imposibilidad estos terminaban por vivir amores platónicos, de los cuales entretejían toda serie de fantasías sobre felicidad y amor ideal.

Esa será la historia por lo menos de los miembros de la clase dirigente, en un sistema que buscaba mantener una sociedad estamentaria con todo el rigor posible, un mundo donde se buscaba conservar los beneficios económicos y sociales sin importar lo mucho que se tuviera que sacrificar, por tanto mi ensayo busca analizar la fidelidad matrimonial solo entre los miembros de la aristocracia.

EL MATRIMONIO

Siempre ha sido complicado el asunto de la monogamia, en la edad media si bien ya se había impuesto la religión cristiana (por lo menos en el occidente de Europa), resultaba ser improbable que de manera efectiva se hiciera palpable los valores cristianos, cuando el cristianismo solo es superficial.

En el principio del cristianismo el matrimonio no era una institución bien establecida, será en el transcurrir del tiempo que se irá definiendo efectivamente cual será la postura de la iglesia frente a este tema. Ya para el siglo XII y el XIII se irán concretando muchas ideas que aún hoy de alguna manera perviven, será para el concilio de Letrán en el año 1215 que se sacramenta el matrimonio. Será un proceso lento y difícil debido a que la sexualidad es vista como una manifestación natural de pecado, por tanto el matrimonio si bien busca domesticar y delimitar esta atracción natural hacia el sexo opuesto, también terminara por instituirse en base a los muchos prejuicios, la ignorancia de la época y la misoginia reinante en el corazón de los clérigos célibes.

Resulta importante resaltar el valor que siempre ha tenido la virginidad y la abstinencia dentro de la moral cristiana, influenciada tanto por la naturaleza virginal de la madre de Jesús y de él mismo, como por el valor que le dará a la abstinencia como virtud superior el apóstol Pablo en sus epístolas, se trata pues de un sistema moral que al radicalizarse termina por atentar contra el acto sexual, esta manifestación fundamentalista verá su mayor expresión en la secta de los Albigenses. En la época patriarcal escritos varios hablarán sobre este tema; Tertuliano comentará que la virginidad garantiza el ascetismo, otros comentarán que en la existencia de la virginidad se mantiene la inocencia que se perdió después de la caída de Adán y Eva, la idea implícita por tanto es que el acto sexual es caer en pecado, por lo menos el asunto en este sentido no está muy claro, al desechar mucha de la moralidad del antiguo pacto, terminan los patriarcas por desorientarse en temas como este, por lo que se ven obligados a construir una nueva forma de abordarlo.

El matrimonio será entonces un estilo de vida lleno de peligros, el hombre debe tender siempre a buscar el cultivo de la virtud en el espíritu, y las distracciones que generan las pasiones humanas y la necesidad de mantener un hogar no viene a ser sino una obstrucción para su desarrollo espiritual, además con el pasar de los siglos irá surgiendo la idea de que naturalmente la culpable de los males siempre es la mujer que en lo oculto teje estratagemas para seducir al hombre (víctima perpetua), esta no ha hecho sino heredar la conducta de su matriarca que con el fruto del árbol prohibido vino a traer la desgracia del hombre. Se trata pues de un ser inferior reducido en su naturaleza por su concupiscencia con el que conviene relacionarse poco, y que solo en algunos muy contados casos puede llegar a la redención venerable, que procede de la virtud de mantenerse con un corazón y un cuerpo virginal, donde se puede manifestar en todo su esplendor la masculina naturaleza del creador, y estas mujeres vienen a convertirse en objeto de culto popular.

Dios engendro a Jesús sin placer sexual, no hubo placer por parte del padre ni de la madre, este es el ejemplo máximo a seguir, por lo que si bien no se niega la necesidad de la procreación (como si lo harán los Albigenses), se extralimita en una atmósfera ascética, comienza a hablarse del celibato en el matrimonio, entendiéndose este como sexo sin placer y cuando sea estrictamente necesario, porque el placer sexual lleva al infierno, esta doctrina la desarrollara San Agustín y sera fuertemente arraigada en la iglesia medieval, principalmente promovida por los monjes y los eremitas que en el principio surge como una respuesta radical a la amenaza gnóstica que no pone límites al cultivo de los placeres de la carne ni busca el establecimiento monógamo instituido por Dios y reafirmado por Cristo, lo ideal me parece debiera ser el pensar en castidad matrimonial como una actitud de control ante el deseo sexual que si bien de espacio al deleite no permita que este tome control de la existencia. Es así como se establecerá una jerarquía espiritual a partir de San Agustín donde en el orden mayor se establecerán los ascetas quienes siempre puede ascender espiritualmente y por debajo de ellos los casados, que si bien no están pecando, están condicionados en un estilo de vida que no permite el ascenso espiritual pero que poco a poco se irá transformando en un sacramento, se puede hablar de una espiritualización exacerbada en detrimento del cuerpo.

La institución estará muy emparentada a la idea de patrimonio, de ahí la similitud de las palabras y no sera hasta el concilio de Letrán que logre desarrollar un rito propio, antes de dicho concilio solo se consideraba bendita la unión de la pareja que decidía instituir una familia siempre y cuando respetara la monogamia y la castidad matrimonial, matrimonio era la unión sexual no como hoy día que se piensa que matrimonio es el rito institucional. Antes del siglo XII el rito que se daba

era el de aspersión de agua en torno al lecho nupcial para bendecir la continuidad del patrimonio en torno al nacimiento de un heredero.

Fruto de la herencia secular es la idea de el matrimonio como un vinculo estratégico entre familias donde también se consideraba necesaria la virginidad pero como garantía de la ausencia de hijos ilegítimos que pudieran reclamar el patrimonio valiéndose del mayorazgo, esta mentalidad se mantendrá hasta el siglo XIX.

En la edad media se desarrollara básicamente a partir del siglo XI un nuevo orden social, muy rígido con poca posibilidades de ascenso y de libertades individuales, este orden se conoce como feudalismo, en el marco de este sistema surgirá la respuesta de muchos hombres que no se conformaran con lo que les toca. La mujer no poseía libertades y su condición era inferior, en su existencia era determinante el poder casarse con un noble y poder garantizarle descendencia, especialmente un hijo varón. Por tanto las relaciones no se sustentaban en los valores que hoy día nosotros consideramos inalienables, en aquellos tiempos la tasa de mortalidad infantil era elevada y las muertes de madres en pleno parto eran frecuentes, por tanto resultaba fundamental garantizar la supervivencia del apellido de la familia, siendo esto un reto en sí mismo.

AMOR CORTES

El concepto del amor para los hombres del “amor cortés”, se basa en gran medida en la emoción del sentirse atraído por el otro, se supone que no se debía revelar la persona a quien amabas, era solo un secreto que debía en todo caso compartirse con la consorte, naturalmente lo que se arriesgaba era demasiado. Más de un trovador terminó ensartado en el acero de algún esposo enardecido ante la infidelidad de la cual terminaba siendo víctima. Para escribir sobre la amada generalmente se usaban seudónimos, se vivía de la ilusión, eran unos adictos de las hormonas.

Mucho se sufrió entre aquellos que enamorados de quien no se debían terminaban frustrados y deseosos de estar con esa persona, era una situación difícil, lo más adecuado era mantenerse firme en los valores cristianos de la época, aprender a amar a la persona que te había tocado y de no ser posible simplemente tolerarle, sin embargo con esa mentalidad se criaban a las personas desde la niñez, cuando eran adultos ya se encontraban preparados para ello, pero sin la motivación que surge de la decisión de amar se puede deducir lo frágil que resultaba el asunto de la fidelidad, en ríos, lugares ocultos, bajo el refugio de la noche, eran muchos los amantes que se entregaban a su pasión, los que por razones morales no se lo permitían, les bastaba para conformarse con el escribir poemas sobre el objeto de su amor, entendiendo que aunque imposible no por tanto debiera de sentirse profundamente en el corazón, en este último caso podemos incluir la literatura del “dulce stil novo”, esta se basará en la idea del respeto de los valores cristianos sin tener que renunciar a tu amor, por tanto será un amor oculto que se usará principalmente para edificar el espíritu, para engrandecerle al intentar comprender a Dios como principal hacedor del amor y amante de su iglesia.

Resulta ser un asunto complicado hablar de fidelidad bajo estas condiciones, debido a que esta es un acto de voluntad que surge del deseo de amar y como se puede ser fiel y considerarse legítimo un matrimonio que ha sido impuesto, por lo menos para la interpretación de los valores cristianos visto desde otras épocas, el amor es una decisión, no se puede imponer y por tanto la fidelidad. Es por eso que se puede hablar de un amor fiel en ocasiones, pero no dentro del matrimonio, claro esto dependerá de diversos factores, entre ellos el perfil sicológico de la persona, el grado de estabilidad emocional, si es una persona promiscua, no se puede por tanto tener absoluta certeza de que tan fieles eran los matrimonios en la época, pero teniendo en cuenta las restricciones sociales y los peligros de aventurarse en los brazos de otro para las mujeres, y la superioridad jurídica del hombre se puede sacar ciertas deducciones más o menos acertadas; el hombre sin duda (por su propia naturaleza y por poseer el control social) era el que tenía mayor tendencia a establecer relaciones extra maritales, este sin duda hacia uso del amor cortés para conquistar doncellas y de ellas darse deleite en muchas ocasiones, los que no eran promiscuos sin embargo en muchas ocasiones se habrán valido de esta ventaja. En el caso de las mujeres como antes he dicho habrán tendido una menor tendencia al adulterio por temor a las posibles consecuencias.

CONCLUSIONES

A manera de conclusión se pueden desarrollar una serie de puntos; se puede deducir que si bien era menos común la separación de los hogares es muy probable que la tasa de infidelidad dentro de la sociedad aristocrática haya sido elevada siendo mayor entre los hombres. La concepción del amor cortés estaba muy influenciado por las emociones (el enamoramiento) circunscrito dentro del ideal caballeresco, era una vía de escape para aquellos que presos en una vida de restricciones, necesitaban poder sentir que verdaderamente estaban vivos, también para los que sentían especial atracción por el placer sexual.

Respecto a nuestra sociedad ha cambiado mucho las condiciones, en nuestra sociedad ha triunfado más bien el amor cortés, ya han terminado los tiempos de los matrimonios impuestos, nos encontramos en una sociedad liberal, pero es ahora menos frecuente el matrimonio, institución que parece estar en constante decadencia, es ahora más bien común el concubinato por el temor de que el compromiso matrimonial ahogue el amor, tal vez ese miedo es una respuesta social al recuerdo de lo que fue, como sea no es muy apropiado realizar comparaciones porque en la actualidad ha desaparecido la clase aristocrática. Basándome en el uso de las encuestas podría concluir que todos desean fidelidad pero una buena parte no está dispuesta a comprometerse con fidelidad absoluta.


BIBLIOGRAFÍA

http://www.youtube.com/watch?v=Tp2EEG4dA_o

http://www.youtube.com/watch?v=zuXR831TIGE

http://www.youtube.com/watch?v=4utq31o8kPY&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=jkp2GHBRUiQ

González, Justo L., Historia del Cristianismo. Miami (USA), Editorial UNILIT, 1994

Guignebert, Charles, El Cristianismo Medieval y Moderno. Fondo de Cultura Económica, 1957.

Biblia de América. Madrid, La Casa de la Biblia, 1994


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